El agua es el solvente universal, molecular y energético por excelencia, pues no «olvida» la información cuando ésta se disuelve en ella.
El agua oceánica contiene, en su estado natural, hasta 78 de los 108 elementos químicos que conocemos de la Tabla de Mendeléiev, en la misma proporción que en nuestro medio interno. Esto nos permite el aporte de una cantidad significativa de minerales que contribuyen a la salud orgánica a través de la renovación y la nutrición celular completa.
Para preservar las propiedades y composición del agua de mar, se ha de seguir para su elaboración un protocolo establecido por René Quinton, garantizando un consumo eficaz y seguro al adaptarlo a las nuevas tecnologías de nuestro tiempo.