La tubaritis es la inflamación de la trompa de Eustaquio secundaria en muchos casos a procesos inflamatorios contiguos. Encontraremos taponamiento, zumbidos, incluso la aparición de vértigos o desequilibrio, todo esto debido a la alteración en el equilibro de las presiones del oído medio y factores secretores de la mucosa.
¿Por qué aparece la tubaritis y es tan difícil su tratamiento?
Tengamos en cuenta que en muchas situaciones las tubaritis son secundarias a otros procesos como la rinitis, rinosinusitis, vegetaciones, alergias, adenoides… que han de ser tratadas para que se de la resolución del cuadro de tubaritis. Por lo tanto, el tratamiento de la tubaritis es trata la patología de base, resolviéndose la tubaritis entre 2 a 5 semanas. En la mayoría de las situaciones la tubaritis desaparecerá, pero en algunas ocasiones la tubaritis persistirá siendo altamente incomoda.
La tubaritis puede comprometer la permeabilidad del oído y derivar en una otitis serosa, en muchas ocasiones de carácter subclínico, es decir sin ninguna alteración en la exploración ni las pruebas complementarias, dificultando su tratamiento. La trompa de Eustaquio conecta el oído medio con la nasofaringe de forma que cualquier afectación de esta última termina afectando a la trompa y al oído, siendo este el que dará la mayoría de los síntomas incómodos, además como está tapizada por mucosa y esta tiene capacidad de respuesta a la inflamación, puede terminar por impedir la permeabilidad del oído medio dando lugar a una otitis serosa. Su anatomía, su fisiología y la localización hacen de la trompa de Eustaquio una excelente área de conflicto.
¿Qué podemos hacer para el tratamiento de la tubaritis?
El tratamiento de la tubaritis convencional resuelve, en muchas situaciones, la tubaritis en cuestión de unas pocas semanas. En muchas ocasiones el problema de la tubaritis no es su persistencia, sino más bien, que los cuadros de rinitis, de obstrucción, procesos de irritación de la mucosa de las vías aéreas altas que se dan de forma reiterada, puede hacer que parezca que la tubaritis no se resolverá nunca.
Será primordial:
- El cuidado y el mantenimiento del equilibrio de la mucosa y de los elementos que tapiza
- El mantenimiento de una mucosa libre de irritantes, alérgenos y de elementos favorecedores de su inflamación como alteraciones del tabique, vegetaciones, adenoides…
- Una valoración exhaustiva para que el especialista determine las estrategias a seguir, para mejorar los síntomas con el menor riesgo posible.
El agua de mar como complemento en el tratamiento de la tubaritis
El agua de mar es un buen complemento si queremos eliminar de la mucosa respiratoria, de las vías aéreas altas; alérgenos, mucosidad y elementos favorecedores de la respuesta inflamatoria local. Además, por sus efectos antiinflamatorios e hidratantes, incrementa la resistencia de la mucosa sobre los agresores. Debido al efecto sobre el sistema de aclarado ciliar, estimula las vías mecánicas encargadas de eliminación del moco reduciendo el tiempo de contacto con los potenciales alérgenos e irritantes de la mucosa. Debido a la relación entre las tubaritis con las rinitis y la susceptibilidad de una mucosa dañada para la invasión de patógenos, los lavados nasales con la Terapia Marina pueden ser un complemento útil en el mantenimiento del equilibrio de la mucosa de las vías aéreas, reduciendo la intensidad o los brotes de rinitis y por lo tanto beneficiando la recuperación del las tubaritis derivadas de esta situación.
1 comentario
15/06/2021 23:22
Tengo episodios de tubaritis
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