La fractura trabecular es una lesión ósea que afecta al hueso trabecular (debajo del hueso cortical o del cartílago en las articulaciones). La fractura trabecular se asocia al edema óseo.
Cuando la causa de la fractura trabecular es de alto impacto puede evolucionar a un geoda óseo, además de estar asociado con frecuencia a fracturas corticales.
La resonancia magnética (RMN) es imprescindible para diagnosticar correctamente una fractura trabecular.
¿Qué es la fractura trabecular?
Es una fractura ósea que afecta a la porción interna del hueso, donde se encuentra el hueso medular o esponjoso. Está formado por las líneas de tensión mecánicas que le dan la conformación de una malla o trabécula.
Una fractura trabecular se asocia a edema óseo y es el edema el que da la señal de alarma tras las pruebas de imagen de gran resolución.
¿Por qué se produce? [Causas más frecuentes]
A pesar de que hay diversas causas, la más común suele ser la fractura trabecular asociada a impacto sobre el hueso o por fragilidad trabecular.
Se dan con mucha frecuencia en personas mayores y en mujeres postmenopáusicas.
Causas más importantes de fractura trabecular:
- Caída de alto impacto.
- Traumatismo directo sobre el esqueleto óseo.
- Lesión articular donde se daña el cartílago (normalmente encontraremos edema óseo con fractura trabecular subcondral asociada).
- Fracturas trabeculares por estrés/sobrecarga: pueden aparecer fracturas trabeculares en calcáneo en pacientes con factores de riesgo para fracturas que emplean calzado inapropiado y están mucho tiempo de pie (diagnóstico diferencial en talalgias que no responden a fisioterapia).
- Ejercicios de alto impacto en personas poco preparadas para el deporte. Es importante una entrada gradual en el desarrollo de cualquier actividad deportiva.
- Enfermedades del colágeno.
- Tratamientos farmacológicos.
Diagnóstico: Resonancia magnética
La resonancia magnética es la forma más fiel de valorar una fractura trabecular, edema óseo o geoda, por lo que se debe solicitar ante la sospecha de:
- Lesión que comprometa el hueso y/o articulación.
- Situaciones en las que el dolor sea desproporcionado para la lesión aparente.
- Tiempo de recuperación prolongado.
Es frecuente que los edemas óseos pasen desapercibidos si no se realiza una resonancia magnética.
Cómo curar una fractura trabecular
La principal medida terapéutica para la recuperación de una fractura trabecular es la descarga del área afectada. Suele durar entre 4 y 6 semanas dependiendo de la magnitud y perfil del paciente (no es lo mismo un paciente joven que una persona mayor con múltiples factores de riesgo).
Pautas terapéuticas para la cura:
- Eliminar presiones locales durante el periodo de recuperación con el fin de favorecer la reabsorción del edema óseo y recuperación de la fractura.
- Aporte de vitamina C, aminoácidos (hidroxilisina, hidroxiprolina) para sintetizar la porción orgánica.
- Aporte de minerales para favorecer la formación de la matriz inorgánica.
- Estímulos electromagnéticos para procurar la microcirculación local.
- Intervención quirúrgica cuando el edema óseo no desaparece. En estos casos, el propio edema óseo genera presión en la fractura e impide una correcta microcirculación local originando un geoda.
El seguimiento debe ser realizado por un especialista en traumatología con revisión radiológica, con el fin de valorar la correcta evolución de la lesión.

Cuánto tarda en curar una fractura trabecular
La duración media de la curación de una fractura trabecular es de 4 a 12 semanas.
- Período 1: se recomienda la descarga de la región afectada, eliminando las cargas sobre el hueso. Este periodo de descarga puede ser distinto según la región afectada, suele durar unas 4 semanas. En algunos casos es necesario 1-2 semanas de reposo absoluto, pero lo normal es una descarga parcial con ayuda de muletas.
- Período 2: comenzar con un apoyo progresivo.
Recuerda, el reposo absoluto y la inmovilización completa suelen ser los peores enemigos de la recuperación.
Se recomienda combinar con tratamiento de fisioterapia que incluya magnetoterapia y atender a su evolución.
Ejemplos de tratamiento y curación de fractura trabecular
- Cuando afecta a los huesos del pie: si es unilateral será necesario un calzado ortopédico para el pie afectado junto con andador o muleta.
- Cuando se afecta la cadera: se emplea andador (muleta no) y se debe minimizar la carga de la pierna afectada.
- Fracturas trabeculares vertebrales (sobre todo en el caso de las vértebras lumbares): se debe reposar. Aquí el tiempo de reposo se puede prolongar hasta los tres meses y el dolor puede durar entre los 6 y 9 meses, dependiendo del grado de la fractura, características del paciente y la adherencia al tratamiento conservador.
- En personas jóvenes y deportistas con reposo de 4 a 6 semanas suele ser suficiente.
Fractura trabecular con edema óseo
Las fracturas trabeculares casi siempre se asocian a edema óseo por la respuesta local inflamatoria. Los casos de fractura sin edema óseo es fácil que pasen desapercibidos en las pruebas de imagen.
El edema óseo es secundario a la respuesta vascular e inmune primaria. El problema de los edemas óseos es que el líquido producido por la respuesta inflamatoria puede impedir la curación y dar lugar a la aparición de un geoda óseo. En este caso la solución será la intervención quirúrgica.
El tratamiento es el mismo que en la fractura trabecular, puesto que con casi toda certeza van asociados. El problema aparece cuando la lesión cursa con hundimiento del hueso, deformación significativa, lesiones por estrés que no se resuelven… En estos casos suele ser requerida la intervención quirúrgica.
Fractura trabecular meseta tibial
Por lo general, cuando se produce una fractura trabecular en la tibia, se ve afectado el tercio proximal, donde encontramos la meseta tibial. Su gravedad dependerá de la intensidad del impacto, el grado de edema óseo y si existen alteraciones como el hundimiento de la meseta, afectación del cartílago, gran edema con hematoma que suele evolucionar a geoda óseo…
Por ello, es imprescindible una anamnesis exhaustiva, exploración física y resonancia magnética.
Fractura trabecular meseta tibial: tratamiento
La recuperación de la fractura trabecular de la meseta tibial, sin ningúna otra alteración, solo requiere de reposo y tratamiento como cualquier otra fractura trabecular.
Es importante entender el mecanismo de aparición, sobre todo en el caso de no ser por un traumatismo (lo más frecuente), para corregir los factores de riesgo que predisponen a su aparición:
- Calzado.
- Superficie de trabajo.
- Carga física, enfermedades de base (AR, EA, OP).
- Sobrepeso/obesidad.
- Desnutrición (poco frecuente).
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