La preocupación por el oxalato de calcio es debida a que este es capaz de producir litiasis, es decir formación de piedras, principalmente en los cálices y pelvis renal. Esta formación de cristales se da por varios motivos, el primero es el consumo excesivo de productos ricos en oxalato, por otro lado, nos encontramos con los estados de deshidratación del organismo, que favorece el precipitado y la formación de estos, y en menor medida la ingesta excesiva de calcio, pero el calcio tiene un bajo papel, en personas sanas, en la formación de los cristales de oxalato calcio.
Alimentos ricos en oxalato de calcio
Como hemos mencionado, uno de los elementos que debemos controlar son los alimentos con oxalato de calcio, entre los que tienen una mayor proporción encontramos:
- Espinacas
- Remolacha
- Acelgas
- Germen de trigo
- Frutos secos
- Vitamina C
- Maíz blanco
- Té
- Café
- Berenjenas
Existe una gran cantidad de productos de origen vegetal con altas concentraciones de oxalato de calcio que nos podría hacer pensar. Uno se podría preguntar: ¿Debo dejar de comerlos para evitar la formación de cristales de oxalato? ¿Cuánta cantidad debo comer para reducir el riesgo de su aparición? Lo cierto es que las cantidades que se suelen comer no son las causantes de la formación de la piedras, salvo que ante una dieta mal diseñada uno consuma de forma exagerada grandes cantidades de oxalato junto con un exceso de calcio dietético. Por esto, en un principio, no debemos preocuparnos por su consumo, solo tenerlo en cuenta en el caso de ya tener piedras en el riñón. En este caso sí, se deberán tomar medidas algo más estrictas, prohibiendo alimentos para prevenir la formación de cristales de oxalato de calcio. Por lo que, de forma general, no podemos prohibir alimentos por el contenido en oxalato de calcio.
El calcio en la formación de los cristales de oxalato
El oxalato suele combinarse con el calcio para tras su precipitación, formar las litiasis renales. Por eso es importante controlar la cantidad de calcio que se consume en la dieta. Como sucede con los productos ricos en oxalato, el calcio no suele ser un problema a reducir en la dieta. Con una dieta equilibrada es difícil que nos excedamos hasta el punto de que se produzca una calcemia lo suficientemente elevada y de forma continuada, como para favorecer la formación de las piedras renales. No obstante, debemos tener en cuenta que ciertas enfermedades o la sobrecarga iatrogénica, así como ciertas situaciones en el ámbito hospitalario, pueden dar lugar a la formación de precipitados de oxalato de calcio, que pueden afectar no solo al riñón sino también a otros tejidos.
La deshidratación en la formación de cristales de oxalato
La deshidratación juega un papel capital, sobre todo si esta se da de forma continuada. Se produce el incremento de las concentraciones de las sustancias litogénicas, favoreciendo el precipitado y formación de las piedras en el riñón. Aunque varios son los tipos de cristales que se pueden formar, los más frecuentes son los de oxalato cálcico. El consumo de agua en cantidades diarias de entre los 2-3 litros son útiles, sobre todo en periodo estival, para prevenir la formación de cristales gracias a la disolución de los compuestos de la orina.
Dieta hiperproteica y piedras de oxalato
Es importante saber que las dietas en las que el consumo de proteínas animales es elevado, aunque no son alimentos prohibidos en la formación de cristales de oxalato de calcio, favorece la formación de piedras en el riñón. De modo que se debe restringir su consumo y/o sustituir por las proteínas vegetales de alto valor biológicos. Como pueden ser las fuentes de proteínas que derivan de la legumbres o la quinoa por ejemplo, pero cubriendo las necesidades diarias, que son entre 0,8-1,2 gr/kg, sin excederse en el consumo.
Ejercicio físico y piedras de oxalato de calcio
Aunque no está del todo claro, parece que como consecuencia de la deshidratación, con el incremento de la concentración de solutos más la acidificación urinaria, se puede favorecer la formación de piedras en el riñón. El tiempo e intensidad del ejercicio, además parecen ser importantes en el incremento del riesgo de su formación, sumando el grado de deshidratación, ya que las piedras pueden llegar a formarse durante la realización del ejercicio físico y a las horas o días posteriores a la actividad de alta intensidad. Por esto es importante una correcta hidratación durante la realización del ejercicio físico, pero eso no es suficiente. La rehidratación debe permanecer días posteriores al ejercicio de alta intensidad, para prevenir correctamente la formación de las litiasis renales. La realización de una dieta equilibrada en la que se tenga un control del consumo de los distintos principios inmediatos, es decir, una dieta con cierta restricción calórica a la que se le sume el consumo de grandes cantidades de agua (2-3l/día) y de citrato, será útil para reducir y prevenir la formación de litiasis.
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