El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es un trastorno endocrino, metabólico y funcional que afecta a la mujer fértil. La etiología es desconocida, aunque parece que existen alteraciones hormonales que conducen al desequilibrio de la función ovárica, alteraciones metabólicas como el síndrome metabólico, manifestaciones cutáneas como el hirsutismo, que incluso incrementan el riesgo de desarrollar tanto cáncer de mama como de endometrio.
El síndrome de ovario poliquístico es una patología multifactorial,en la que la dieta tiene un papel importante en el desarrollo, o al menos en la gravedad. Una alimentación adecuada puede mejorar el estado hormonal y metabólico de las mujeres afectadas por el SOP.
La dieta en el manejo del síndrome de ovario poliquístico (SOP)
Por medio de la dieta lo que se pretende es:
- Reducción del consumo calórico
- Reducción de la ingesta de productos grasos saturados
- Cubrir las necesidades en microelementos y vitaminas
Todo lo anterior es importante para que se regulen las funciones metabólicas y su efecto sobre el sistema endocrino. Estas estrategias van dirigidas a reducir el peso corporal en las personas con sobrepeso y obesidad. De esta forma se reduce la resistencia a la insulina y la masa grasa que es capaz de incrementar la conversión periférica de estrógenos, reducir los niveles de andrógenos y retornar la fertilidad a la mujer. En diferentes estudios en mujeres con ovario poliquístico, por medio de la realización de una dieta hipocalórica, sea del tipo que sea, siempre y cuando sea hipocalórica produce una reducción de los niveles de andrógenos y, claro está, del peso de las pacientes. Pero, además, en el caso de la realización de dietas hipocalóricas con alto contenido en proteínas en algunos estudios se produjo un incremento de la sensibilidad a la insulina y una reducción de los niveles de PCR de alta sensibilidad. Otros estudios han demostrado la reducción de los síntomas secundarios al SOP, como los síntomas depresivos, con incremento de la autoestima. Entre los signos nos encontramos mejoría en parámetros como la regularidad de la menstruación, del perfil lipídico, la resistencia a la insulina y la reducción del fibrinógeno.
¿Qué efecto pueden tener las vitaminas y los minerales en las disfunciones secundarias al SOP?
Diferentes ensayos y revisiones bibliográficas han puesto de manifiesto el efecto positivo que tienen las vitaminas y minerales en la regulación de las disfunciones que se asocian al SOP. Entre las vitaminas destacan la vitamina A, el complejo B y en particular los folatos, piridoxina, y B12, sobre todo por el papel que tienen sobre la homocisteinemia. Esto deriva de los diferentes estudios que han mostrado asociación entre la resistencia a la insulina y los niveles elevados de homocisteína en sangre. Su aumento también se ha asociado a niveles bajos de B 12 y niveles bajos de insulina. El inositol también juega su papel en la sensibilidad de la insulina, eN la maduración de los ovocitos y la ovogénesis, entre otros procesos moleculares importantes que intervienen en la maduración y división celular. Se ha introducido el inositol como suplemento en diferentes ensayos controlados en mujeres afectadas de SOP. En los resultados se han observado mejoras:
- En múltiples afecciones patológicas por medio de la disminución de los andrógenos.
- De la resistencia a la insulina.
- En la recuperación de la fertilidad y la normalización menstrual.
También la vitamina D y la E, los omega 3 y otros productos como el ácido alfa lipoico, N-acetil cisteína, flavonoides se han visto implicadas en la mejoría de los síntomas derivados del SOP. En lo referente a los minerales nos encontramos el calcio, selenio, zinc, cromo, magnesio, interviniendo tanto en la resistencia a la insulina, en el perfil lipídico, el estrés oxidativo, como en el metabolismo de los principios inmediatos. Estos actuarían sobre los factores de riesgo cardiovascular asociado al SOP.
Importancia de la dieta en el síndrome de ovario poliquístico
Son múltiples los estudios en los que se demuestra que las estrategias dirigidas a la modificación del estilo de vida en las mujeres afectadas por síndrome de ovario poliquístico mejoran la mayoría de los parámetros patológicos de la enfermedad. Es cierto que en la actualidad queda todavía por diseñar dietas más específicas que se puedan aplicar de rutina a las mujeres afectadas por el SOP. No obstante, por el momento, es posible tomar algunas medidas higiénico dietéticas que han demostrado ser eficaces en el tratamiento de los síntomas de la enfermedad.
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