Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad se conocen más de ochenta enfermedades autoinmunes y se sabe que afectan a entre un 3-7% de la población occidental.
Más de 80 enfermedades han sido clasificadas como autoinmunes y la lista continúa en aumento. Eso incluye afecciones como la artritis reumatoide, el lupus, la esclerosis múltiple, la psoriasis, celiaquía o la tiroiditis de Hashimoto, entre otras. A menudo se suceden con síndromes difíciles de clasificar como inflamación, dolor, hinchazón o cansancio.
Los medicamentos utilizados para tratar las enfermedades autoinmunes, en muchos casos, contribuyen a la mejora de la calidad de vida de quienes padecen estas enfermedades. La parte negativa es que vienen con efectos adversos. Quizá el problema de la medicina convencional es que no se hace siempre una simple pregunta: ¿Por qué el cuerpo está desequilibrado y cómo podemos ayudarle a recuperar su estado de equilibrio?
Diferencia entre la medicina convencional y la medicina funcional
La medicina convencional a menudo aborda la enfermedad autoinmune con un potente medicamento inmunosupresor, pero no se detiene lo necesario en la búsqueda de la causa.
Este enfoque, el que busca las causas subyacentes de la enfermedad, es el que llamamos medicina funcional, una perspectiva diferente desde la cual dar respuesta a ciertos problemas de salud, que nos permite descifrar los orígenes de la enfermedad e identificar los trastornos en la biología que conducen a los síntomas.
Cuando se identifican las fuentes subyacentes de la inflamación, es posible tratar el organismo. Estas fuentes suelen incluir estrés, infecciones ocultas, alergias o sensibilidades a los alimentos, exposición tóxica, predisposición genética, deficiencias de nutrientes e intestino permeable.
Encontrar y eliminar la causa raíz de las enfermedades autoinmunes requiere trabajo de detección, prueba y error, y paciencia, pero los resultados merecen la pena.
Para encontrar la raíz del problema en pacientes con enfermedades autoinmunes, es recomendable implementar las siguientes pautas
9 recomendaciones para las enfermedades autoinmunes

1. Alimentarse a través de una dieta basada en alimentos completos, integrales. Centrarse en los alimentos antiinflamatorios como el pescado azul salvaje, el omega-3, los vegetales de hojas verdes y la cúrcuma, y evitar los alimentos inflamatorios, como el azúcar, los lácteos o los aceites refinados.
2. Buscar infecciones aparentemente ocultas.Estas incluyen infecciones causadas por hongos, virus, bacterias y Lyme. Un profesional de medicina funcional ayudará al paciente a identificar y eliminar estas infecciones.
3. Realizar las pruebas necesarias para detectar la enfermedad celíaca y posibles alergias a determinados alimentos, como la soja o los productos lácteos.
4. Tener en cuenta y revisar la toxicidad de metales pesados. El mercurio y otros metales pueden ser un factor de riesgo para la autoinmunidad.
5. Prestar atención al sistema digestivo, es una pieza clave para el sistema inmunológico. El revestimiento intestinal es el hogar de muchas células del sistema inmune y debemos evitar que este se rompa y se torne permeable.
6. Tomar los suplementos adecuados cuando sea necesario. El omega 3, la vitamina C, la vitamina D y los probióticos, pueden ayudar a calmar la respuesta inmunológica de forma natural. También debemos considerar los nutrientes antiinflamatorios como por ejemplo el extracto de semilla de uva.
7. Hacer ejercicio de forma regular. El ejercicio constante es un antiinflamatorio natural. No hay que ir necesariamente al gimnasio o correr en una cinta; simplemente comienza a moverte más en el día a día, camina, prueba nuevos ejercicios que te motiven.
8. Romper con el estrés y practicar relajación profunda. El estrés empeora la respuesta inmune. Una de las técnicas o prácticas para calmar el cuerpo y la mente y adquirir conciencia de nosotros mismos y lo que nos rodea, puede ser el yoga, acompañado de respiraciones profundas y unos minutos de meditación, lo que reducirá el estrés y la ansiedad para promover ese estado de relajación interior.
9. Dormir entre 7-8 horas cada noche. La falta o una baja calidad de sueño pueden dañar el metabolismo, ser precursores de antojos de azúcar y carbohidratos, hacer que comamos más y aumentar el riesgo de numerosas afecciones, entre ellas las enfermedad autoinmunes. Dormir bien es esencial para gozar de buena salud y revertir la inflamación.
1 comentario
20/05/2020 09:01
MERCI POUR VOS AMPOULES DE QUINTON : MERVEILLE !!!
Deja un comentario
No se atenderán consultas médicas *