El lago venoso hace referencia a una dilatación venosa, producto de procesos inflamatorios que da lugar a una ectasia del vaso, adquiriendo el lago venoso un color púrpura o negruzco que se blanquea con la vitropresión. El tamaño oscila entre los 3 y 5 mm, siendo un motivo de consulta frecuente, aunque no implica ninguna gravedad por tratarse de un proceso benigno. Apareciendo en personas mayores de 50 años, de piel blanca, también es cierto que se pueden dar en cualquier edad.
¿Dónde suelen aparecer el lago venoso?
Uno de los lugares más comunes donde nos podemos encontrar el lago venoso es en el bermellón del labio inferior y con menor frecuencia en otras localizaciones como en las orejas. El lago venoso es debido a la exposición solar crónica o traumatismos sobre el labio esto conduce a fenómenos locales inflamatorios con la alteración del control del tono del vaso.
¿Qué características tiene el lago venoso?
Entre las diferentes características del lago venoso nos encontramos con: la aparición de áreas violetas o púrpuras de tamaños entre los 3 y 7 mm, algo sobreelevadas, no producen dolor, si existe crecimiento este es muy lento, no requiere de estudios complementarios para su diagnóstico, y además se blanquea con la vitropresión.
¿Cuál es el tratamiento del lago venoso?
En la actualidad el tratamiento más empleado para el lago venoso son los procedimientos quirúrgicos como la criocirugía, agentes esclerosantes, extirpación quirúrgica, la electrocoagulación…Pero el método más empleado es el láser y en particular el láser de Neodimio YAG. El tratamiento es puramente estético, ya que no existe ningún riesgo de malignización ni de sangrado importante, de forma que no es el procedimiento quirúrgico el tratamiento de elección médico, sino que es el propio paciente el que a de cubrir el gasto que supone su eliminación.
El medio externo y el envejecimiento
Los factores externos son elementos importantes en la aceleración del envejecimiento de nuestros órganos y tejidos, y el caso del lago venosos, es un posible ejemplo de cómo los factores externos, en particular la exposición solar, repercuten en el comportamiento tisular. Las alteraciones de las fibras colágenas y otros elementos de sostén se ven fuertemente influidos por la exposición a la radiación. Los lagos venosos parecen tener una etiología asociada al envejecimiento debido a la exposición solar. Es importante asesorarse bien de los efectos beneficiosos y perjudiciales de la exposición solar, y de los tiempos y momentos del día en los que podemos realizar los baños solares. También entender, que ciertos factores dietéticos son fundamentales para el mantenimiento de la homeostasis orgánica. El medio interno debe aportar a las células de nuestros tejidos los elementos fundamentales para el mantenimiento de sus constantes, entre ellos encontramos los antioxidantes, los oligoelementos, vitaminas y algunos aminoácidos que son básicos para un eficaz sistema enzimático antioxidante. El cuidado del conjunto orgánico es el elemento clave para reducir lesiones locales como pueden ser los lagos venosos, la rosácea y rinofima, entre muchos otros. Por todo esto, debemos ser conscientes que ha de cuidarse el terreno biológico, fundamental para el correcto desarrollo de las funciones celulares, una vez que nuestra carga genética culmina nuestro programa de crecimiento, es nuestra responsabilidad alargar las homeostasis orgánicas por medio del control de las constantes internas, para de esta forma actuar sobre nuestra epigenética.
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