Helicobacter pylori es una bacteria gramnegativa. Estas bacterias están dotadas de flagelos que le facilitan penetrar por el moco gástrico, hasta alcanzar la mucosas y producir la infección. El medio gástrico es ideal para esta bacteria por ofrecer un medio microaerófilo que es fundamental para su supervivencia. Debido a la movilidad de estas bacterias, junto a la virulencia de algunas cepas, el tratamiento de la infección por Helicobacter pylori debe ser por medio de una terapia combinada para garantizar su erradicación.
¿Cuáles son las causas de la bacteria Helicobacter pylori?
Existen factores de virulencia que hacen que esta bacteria sea difícil de erradicar si no se emplea un tratamiento farmacológico. Por ejemplo:
- Factores relacionados con el daño tisular; entre ellos la producción de lipopolisacáridos (son endotoxinas características de las bacterias gramnegativas), quimiotaxis para neutrófilos, citoquinas vacuolizantes, antígeno asociado a citotoxina (indicador de agresividad de la cepa que lo contenga), las proteínas del choque térmico que favorecen la eficacia de las ureasas.
- Factores relacionados con la colonización; Produce ureasas que son capaces de neutralizar los ácidos gástricos, como hemos mencionado los flagelos facilitan la penetración de la bacteria hasta alcanzar la mucosa para posteriormente colonizarla. Además, para la adherencia contiene moléculas que le garantizan la fijación al epitelio.
Síntomas de la infección por Helicobacter pylori
Entre los síntomas más característicos de la infección por Helicobacter pylori nos encontramos con la dispepsia.
La dispepsia cursa con dolor y/o ardor epigástrico, sensación de plenitud precoz, distensión abdominal. En definitiva, es un estado de disconfort, sobre todo con relación a las comidas.
También podemos encontrar cuadros de dolor intenso lancinante en epigastrio. Sobre todo cuando la infección se asocia a las úlceras pépticas. Pero en un número importante de casos no existen síntomas o estos son anodinos. El hecho de que existan pacientes que no presentan síntomas y que otros lo padezcan de forma significativa, parece que depende tanto de las características propias del huésped como del tipo de cepa de la bacteria.
Tipos de infección por Helicobacter pylori
La infección por Helicobacter pylori afecta principalmente a la mucosa gástrica y porción proximal del duodeno, esta puede ser aguda o crónica.
Infección aguda:
La infección aguda, en la mayoría de las ocasiones, cursa con un cuadro anodino y pasajero que se caracteriza por un cuadro dispepsia conmalestar gástrico y náuseas.
Por el efecto de la producción de ureasas y la inflamación gástrica da lugar a una hipoclorhidria temporal, que con el tiempo termina por reestablecerse conforme se reduce la gravedad de la gastritis.
Para el diagnóstico de los cuadros agudos se emplea el test del aliento, el cual dará positivo, cosa que no sucederá si buscamos anticuerpos IgG frente a la bacteria en la fase de infección aguda. La confirmación de la infección por H. pylori debe ser por medio de una biopsia gástrica.
Infección crónica:
Si no se resuelve la infección tras la respuesta inmune inicial o no se mantiene a raya a la bacteria, esta producirá una respuesta inflamatoria crónica principalmente en el cuerpo y antro gástrico.
La infección y la respuesta inflamatoria progresará alcanzando la mucosa, invadiendo todo el espesor, en la que encontraremos un infiltrado mínimo con atrofia antral, finalmente las alteraciones de la mucosa pueden evolucionar a una metaplasia intestinal.
El diagnóstico de infección por Helicobacter pylori
Para el diagnóstico de la infección por la bacteria se cuentan tanto con pruebas invasivas como no invasivas.
Pruebas no invasivas:
- Se puede detectar por medio de la demostración de anticuerpos en sangre frente a la bacteria.
- Detección de Ag. De H. pylori en las heces, por medio del empleo del método ELISA.
- Test del aliento, siendo esta la prueba reina de las no invasivas, muy útil en el diagnóstico de la infección inicial, del seguimiento de la infección y para valorar su erradicación tras el tratamiento.
Pruebas invasivas:
Las pruebas invasivas se basan en la toma de muestras. Estas muestras se realizan por medio de una biopsia de la mucosa gástrica a través de una gastroscopia.
Posteriormente se puede realizar un estudio de anatomía patológica o la realización del test de la ureasa. La prueba invasiva es la única prueba que da un diagnóstico de certeza.
Indicaciones del tratamiento erradicador
Existen una serie de situaciones en las que se indica el tratamiento erradicador. No en todos los casos está asociado a la aparición de síntomas y suele indicarse:
- En el caso del padecimiento de un cuadro de dispepsia en menores de 55 años, siempre que no encontremos signos ni síntoma de alarma, por medio de la estrategia “test and treat”.
- En los casos de dispepsia funcional una vez descartada patología orgánica.
- En la patología ulcerativa (úlcera péptica).
- En los linfomas MALT de bajo grado, ya que en muchas ocasiones con el tratamiento erradicador se resuelve el proceso.
- En úlceras en pacientes con tratamiento crónico con AINEs o AAS.
- Ante atrofia intestinal y/o metaplasia intestinal.
- En los cuadros de anemia ferropénica no aclarada, déficit de B12 no aclarado y en las púrpuras trombocitopénicas idiopáticas.
- A todo paciente que se le diagnostique una infección por H. pylori se le ofrece el tratamiento erradicador.
Tratamiento para la infección por Helicobacter pylori
El tratamiento para Helicobacter pylori, de elección en España, es la cuádruple terapia sin bismuto. Este es el de primera línea y está compuesto por IBP, amoxicilina, claritromicina y metronidazol durante 14 días, según las pautas médicas. Existen otros tratamientos, claro está, que se emplearán dependiendo de los criterios médicos.
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