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Hipomelanosis guttata: ¿qué es y cuáles son sus causas?

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La Hipomelanosis guttata o Hipomelanosis en gota es una alteración de la pigmentación, de origen idiopático, de la piel, pudiendo haber factores genéticos predisponentes, es un fenómeno adquirido en estrecha relación a la exposición solar. Caracterizada por la aparición de áreas de despigmentación en zonas expuestas, con morfología de lenteja, lesiones anacaradas, muy bien delimitadas de pequeño tamaño, en algunas situaciones pueden alcanzar tamaños mayores de entre 2-3 cm y confundirse con un vitíligo.

Predominan en antebrazos y zona pretibial, más marcada tras la exposición solar al pigmentarse la piel en parches. Decir, que es una patología benigna que afecta a un porcentaje importante de la población, con cerca del 50% en mayores de 40 años y hasta un 80% en mayores de 70 años.

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¿Cuáles son las causas de la Hipomelanosis guttata?

Debemos decir que en el caso de la Hipomelanosis guttata, es producto de la pérdida y alteración de los melanocitos y los  melanosomas, dando como resultado una discromía.

Lo que sucede es una reducción o desaparición del número de melanocitos y los que existen contiene melanosomas poco melanizados, en las áreas de lesión, por lo que se reduce o desaparece la melanina contenida en los queratinocitos, afectando exclusivamente a las áreas en la que los melanocitos se encuentran lesionados.

Las agresiones sobre el epitelio por la radiación que afectan al estrato basal pueden terminar por destruir los melanocitos que allí se asientan, con el consiguiente déficit de producción de los melanosomas.

Hipomelanosis guttata, envejecimiento cutáneo y exposición solar

Diferentes modelos teóricos intentan demostrar los posibles mecanismos implicados en el envejecimiento cutáneo, planteándose posibles causas, como:

  • Las secundarias a la formación continuada de radicales libres
  • La disminución de la función inmune que facilita las infecciones y la aparición de cánceres
  • La hipótesis del papel de la genética, siendo esta la que predispone a la aparición de las diferentes alteraciones tanto cutáneas como de otra índole.

Lo más aceptado es que se dan parte, sino todas, las situaciones mencionadas y más… que en definitiva conducen al envejecimiento cutáneo por una pérdida de la correcta función celular y alteración de su medio interno, tan importante para el aclarado de las sustancias de desecho y el aporte de elementos fundamentales para la función enzimática.

En el caso de la Hipomelanosis guttata, como en muchas otras patologías cutáneas asociadas al fotoenvejecimiento, está clara la relación con esta por ser la zona de aparición de las lesiones las que están más expuestas.

¿Qué podemos hacer para frenar el envejecimiento cutáneo?

Tanto la hipomelanosis guttata como cualquier otro efecto del fotoenvejecimiento, se puede tratar desde la prevención primaria, secundaria y terciaria. Siendo lo ideal la primaria y secundaria:

  • En el caso de la primaria haría referencia a la reducción de la exposición solar en los momentos de máxima intensidad, para de esta forma prevenir el factor desencadenante. También encontramos, en esta prevención primaria, la fotoprotección ya sea a modo de barrera química o física, que igual que la no exposición reduce la exposición a la radiación.
  • El segundo nivel es la prevención secundaria en el que mencionaremos los productos antioxidantes como la vitamina C, la Q 10, los oligoelementos (tan importantes cofactores de los mecanismos enzimáticos antioxidantes) y una correcta hidratación de la piel para agilizar el tráfico de sustancias en el medio interno.
  • El tercer nivel de prevención o prevención terciaria es ciertamente un fracaso de la prevención del envejecimiento cutáneo, puesto que aquí ya se tratarán las patologías producto del fotoenvejecimiento ¡Existe una lesión franca!

Consideraciones finales

Una manera de reducir, de forma considerable las probabilidades de padecer una hipomelanosis guttata es entender que vivimos en un estado de equilibrio de dosis, de las sustancias a las que estamos expuestos, como bien decía Galeno.

Tanto el exceso a la exposición solar como su defecto conducirán a un desequilibrio como, por ejemplo; la reducción de la síntesis de vitamina D o la aparición de una hipomelanosis guttata, respectivamente.

Si atendemos a las constantes de equilibrio y a los diferentes sistemas que intervienen en su mantenimiento, podremos encontrar la zona óptima, es decir, la dosis perfecta.

La búsqueda de la unidad, con el todo que nos rodea, es un trabajo de muchas vidas y generaciones, entender las constantes y las modificaciones a las que nos exponemos, para mantenerlas es una paradoja compleja. Pero el tiempo, la perseverancia, el rendimiento a la universalidad y la consciencia, determinarán y definirán un nuevo paradigma, un destino que aun estando a nuestro alcance no somos capaces de ver, pero que terminaremos viendo.

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