El organismo es capaz de almacenar glucosa en forma e glucógeno, principalmente en el hígado y el músculo. El glucógeno es una fuente de reserva de energía muy importante en la estrategia corporal para la homeostasis metabólica. Su almacenamiento se produce fundamentalmente en hígado y músculo, aunque sus reservas energéticas con relación a las del tejido grasos son pequeñas su valor en la homeostasis de las funciones vitales es de importancia capital.
Debemos de tener en cuenta que el cerebro tiene predilección por el manejo de la glucosa como fuente de energía, aunque puede emplear cuerpos cetónicos y glutamina, por lo que el hígado debe estabilizarla glucemia para un buen aporte energético cerebral.
Función del glucógeno hepático
La función principal del glucógeno hepático es la de mantener la concentración de glucosa en sangre. Por lo tanto ante una demanda de glucosa para órganos o tejidos el hígado descompondrá el glucógeno en glucosa para cubrir los requerimientos metabólicos.
El hígado tiene unos 150 gramos de glucógeno y hay depleción completa de los depósitos en menos de 24 horas de ayuno.
La síntesis de glucógeno, en particular el glucógeno hepático está regulado por mecanismos hormonales; la adrenalina y el glucagón estimulan la glucogenólisis y la insulina estimula la glocogenogénesis.
El glucógeno también se almacena en el tejido muscular, pero en este caso debido a la ausencia de un enzima (glucosa-6-fosfatasa) no puede desforforilar la glucosa, que contiene en su citosol y volcarla al torrente sanguíneo, por lo que el glucógeno que contiene es para uso propio y no se puede emplear para el control de la glucemia.
Por lo que la glucemia estará regulada fundamentalmente por el hígado, serán sus reservas y su capacidad de síntesis o hidrólisis los que mantendrán la homeostasis glucémica.
Terapia Marina y glucemia
Es curioso ver los efectos de la Terapia Marina sobre el organismo y de las múltiples funciones en las que sus efectos son palpables. El agua de mar, debido a su íntima relación con el medio celular, es capaz, en muchas ocasiones sin saber los mecanismos implicados en los procesos, de sorprendernos.
Su aporte del Totum mineral, dinamizado por los efectos del medio biótico del que se extrae, le confiera a la célula un añadido energético. Una vitalización por la cual las funciones celulares y de conjunto se maximizan.
Un claro caso, es el efecto que tuvo la aplicación de la Terapia Marina en un grupo de deportistas. En él, se pretendió determinar de forma objetiva lo que los deportistas perciben con la toma de la Terapia Marina.
En el estudio se valoraron a once jugadores, en un trabajo a doble ciego, realizado por la Cátedra de Fisiología del Ejercicio, Universidad Católica San Antonio de Murcia.
De los resultados del estudio se destaca los incrementos que se producen, más significativamente en los gráficos de sodio, cloro, bicarbonato y glucosa.
Unos resultados interesantes
El sodio, tan importante para el control de la hiponatremia en deportistas, nos evitará una depleción de este ión, tan importante para la conducción, contracción, control del Ph, absorción de glucosa y aminoácidos, etc.
A su vez este aumento del sodio y dada su relación con la glucosa, hará que la disponibilidad de la glucosa para la célula sea más efectiva.
El aumento de la glucemia en el estudio, resulta muy significativo ya que el producto no dispone de ella. Se puede pensar que se produce una movilización/ facilitación de las reservas de glúcidos para ponerlas al servicio de las demandas. Lo que explicaría en parte esa recuperación que percibe el deportista.
Uno de los posibles efectos de la Terapia Marina sobre el control de la glucemia podría ser debido a una actividad indeterminada sobre los depósitos de glucógeno hepático, mediante un mecanismo que no es posible demostrar en el estudio.
Por otro lado, otra proposición sería que el agua de mar influya de alguna forma en la eficiencia energética celular, evitando la extracción exagerada de la glucosa sanguínea debido a un mejor manejo del lactato producido en la actividad metabólica anaeróbica tisular, mediante la reposición de glucosa por la vía de la gluconeogénesis.
Sea cual fuere el mecanismo de acción, es necesario profundizar con nuevos estudios, para de esa forma valorar otros parámetros que nos puedan aproximar a los mecanismos implicados en los niveles de la glucemia cuando se aplica la Terapia Marina.
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