Terapias del mar

Gastritis y dieta: ¿qué relación tienen?

Accede a nuestro Área Profesional

Cuando se habla de gastritis se hace referencia a un respuesta inflamatoria de la mucosa gástrica junto con infiltrado inflamatorio, ocasionada por agentes infecciosos, autoinmunes, tóxicos o idiopáticos. En las situaciones en las que no encontremos un infiltrado inflamatorio con lesión de la mucosa, suceso producto de la alteración por parte de agentes químicos o físicos, pero como he dicho, sin el componente infiltrativo inflamatorio, hablaremos de gastropatía.

New Call-to-action

Es por tanto importante entender que para poder diferenciar entre un proceso o el otro, es necesaria la toma de una biopsia, por lo tanto, el diagnóstico de una gastritis es histológico (anatomopatológico). Además, debido a que los signos y síntomas clínicos, gastroscópicos e histológicos no son concordantes con relación a la gravedad de la lesión, se hace fundamental la toma de biopsias de la mucosa gástrica para el diagnóstico de certeza.

Causas de la gastritis

La etiología fundamental de la gastritis es secundaria a infección por H. pylori, a consumo de AINES y a las lesiones por estrés, existen otras causas que pueden dar lugar a la aparición de la gastritis como son: las autoinmunes, vasculares, neoplásicas, otras infecciones, por otros fármacos… pero son menos frecuentes.

Clasificación de las gastritis

Según su etiología y evolución en el tiempo podemos encontrarnos con las gastritis agudas y las gastritis crónicas. Esto es importante saberlo, ya que la resolución de los cuadros agudos es frecuente, cosa que no sucede con los crónicos que de la misma forma que evolucionan de forma insidiosa la resolución es lenta e incluso muy difícil, por lo que el tratamiento se destinará a la no evolución de la gastritis crónica. Además, en la clasificación de Sídney de las gastritis basada en los hallazgos endoscópicos, histológicos, etiológicos, grado de lesión y topográficos, también se contemplan: La gastritis no atróficas secundarias a H. pylori junto con otros factores ambientales, las gastritis atrófica que se subdivide en multifocal (H. pylori) y autoinmune, las formas especiales de gastritis que son aquellas producidas por AINES, reflujo biliar, otras sustancias, radiación, drogas, idiopáticas, y por último la gastritis granulomatosas como; sarcoidosis aislada, gastritis eosinofílica, infecciosas no H. pylori… Esto es importante puesto que existen diversas causas que dan lugar a la aparición de la gastritis y en alguno de los casos el tratamiento es específico, y este puede ir desde la erradicación de H. pylori o la eliminación si es posible del consumo indiscriminado de AINES, hasta el tratamiento con inmunomoduladores en el caso de ser, por ejemplo, secundaria a la enfermedad de Crohn.

¿Qué síntomas produce las gastritis?

Los síntomas de la gastritis son inespecíficos, desde un simple cuadro de dispepsia anodina a intensos dolores con distensión abdominal o manifestarse con una hemorragia aguda con hematemesis o melenas. Siendo importante prestar atención a nuestras digestiones, y reconocer que una buena comida no es solo aquellas que sabe bien, sino aquella que no nos produce pesadez, que nos resulta ligera y que a las pocas horas sentimos nuestro estómago vacío. Por otro lado, debemos entender que nuestros jugos gástricos son susceptibles a las situaciones de estrés produciéndose secreciones de ácido clorhídrico cuando este es intenso, de ahí que durante los ingresos hospitalarios aun cuando el paciente no sufre del tubo digestivo se le administren IBPs, para reducir la aparición de las úlceras de estrés.

Gastritis y dieta

La gastritis y la dieta están íntimamente ligadas, más por los excesos de tóxicos y los malos hábitos, que por lo ideal de la alimentación. El tubo digestivo está diseñado para poder soportar pequeñas transgresiones dietéticas, las secreciones gástricas protegen la mucosa y eliminan agentes patógenos que puedan colonizarlas. Pero no siempre es capaz de mantener el equilibrio entre las secreciones. El alcohol, el tabaco, el exceso de cafés, los productos excesivamente ácidos, una mala higiene de manos, productos contaminados… forman parte de los factores ambientales que pueden terminar por lesionar la mucosa gástrica. También las características genéticas, incrementan las susceptibilidades de ciertos individuos a la lesión de la mucosa.

Modificación de la dieta para la gastritis

Una vez se ha desarrollado una gastritis, las recomendaciones dietéticas generales son muy sencillas: se deben comer pequeñas cantidades de comida distribuidas en cuatro o cinco tomas, se deben eliminar los tóxicos como el alcohol, el consumo de fármacos gastro-lesivos de forma indiscriminada, eliminar el tabaco y aquellos productos que por nuestra experiencia sabemos que nos sientan mal. Otros productos han de ser estudiados junto con un profesional, para poder establecer un régimen dietético en el que no aparezcan a futuro carencias nutricionales. El consumo de agua entre comidas es preferible a la toma de esta junto con las comidas, realizar ejercicio a diario como un paseo tras la comida, también es beneficiosa para la digestión con un efecto procinético. Todo esto junto con las medidas específicas que se deben tomar según el tipo de gastritis que se padezca, servirá para resolver el cuadro o al menos, reducir los síntomas. Pero lo importante de la dieta para la gastritis es que esta sea equilibrada, diseñada con relación a las necesidades y susceptibilidades de cada individuo, de forma que podamos prevenir la aparición de una gastritis tanto aguda como crónica (repito que existen situaciones en las que la gastritis se manifestará un cuando se tomen todas las medidas recomendadas, siendo las menos), repetiré lo importante hacerla junto con un buen asesoramiento profesional.

New Call-to-action

Deja un comentario

No se atenderán consultas médicas *

No hay comentarios

Todavía no hay ningún comentario en esta entrada.