Es posible confundir entre una bronquitis y una neumonía en el manejo coloquial de las enfermedades del aparato respiratorio.
Esto es debido a que en muchas ocasiones se ha empleado el término genérico de pulmonía a la hora de hablar de ambas patologías, ya que en algunas ocasiones se pueden comprometer tanto los bronquios como el parénquima pulmonar, pudiendo dar origen a la confusión.
¿Qué diferencia hay entre bronquitis y neumonía?
Para diferenciar entre ambas entidades nosológicas, debemos tener claro que existen características semiológicas que nos pueden ayudar a diferenciarlas, de modo que tendremos que conocer bien los síntomas y signos para poder sospechar una u otra.
En caso de duda no se debe demorar el diagnóstico y se tendrán que solicitar las pruebas complementarias requeridas.
Qué es la bronquitis
La bronquitis es un cuadro menos grave que las neumonías (de origen infeccioso en el caso de las bronquitis agudas), se ve comprometido el sistema de conducción del aire, en concreto las vías aéreas bajas donde se encuentran los bronquios.
Aun siendo menos grave que la neumonía, se debe tener cuidado y un control de los síntomas y signos, pues en situaciones de afectación importante del árbol bronquial, la restricción del flujo aéreo, si es muy elevada, puede comprometer la vida del paciente.
Semiología de la bronquitis
A continuación se exponen los procesos infecciosos, ya que son los que más pueden confundir entre ambos cuadros. La mayoría son bronquitis agudas y sus síntomas son:
- La tos: Suele ser productiva. Es una tos húmeda en la que hay producción de moco y expectoración. Esto es debido a que en las vías de conducción el epitelio tiene células ciliadas que actúan desplazando el moco en dirección a la faringo-laringe para ser eliminadas por medio de la tos o deglutidas y neutralizadas por los jugos gástricos.
- Sensación de opresión torácica: Esta es debida a la inflamación bronquial y al exceso de moco producido, incrementando así el esfuerzo respiratorio y las resistencias al flujo que pueden jugar un papel importante en la sensación de opresión.
- Sibilancias: Estas se pueden oír en algunas ocasiones sin necesidad del fonendo, pero el fonendo es fundamental para la localización.
Estos son los síntomas y signos más característicos y específicos de la bronquitis aguda.
Qué es la neumonía
La neumonía es una enfermedad inflamatoria secundaria a una infección (por virus, bacterias, hongos, protozoos…) que afecta al pulmón, en concreto al parénquima pulmonar, donde se encuentran los alvéolos y se produce el intercambio gaseoso. Es por esto una enfermedad que puede ser grave al no poderse realizar el intercambio gaseoso cuando encontramos afectación de varios lóbulos pulmonares.
Las bacterias son las principales causas, en concreto el Estreptococo pneumoniae o neumococo.
Semiología de la neumonía
- El principal síntoma es la disnea, percepción de dificultad e incomodidad durante la respiración, el disconfort asociado a los desequilibrios de la V/Q, estando asociados a taquipnea y taquicardia.
- Fatigabilidad, cansancio y astenia: esto también se debe a los desequilibrios de la V/Q.
- Tos: en las neumonías la tos suele ser seca y secundaria a la activación de una serie de receptores nerviosos que inducen a la activación de reflejo tusígeno, además, también puede aparecer expectoración y hemoptisis (esta última poco frecuente).
- Signos como los estertores y el silencio auscultatorio son signos apreciables con el fonendo y que nos orientan hacia el diagnóstico de la neumonía.
Qué diferencia hay entre neumonía y bronquitis
Con la clínica y los rasgos clínicos mencionados un profesional avezado es capaz de diferenciar entre un cuadro y el otro, pero existen circunstancias en las que puede resultar muy difícil valorar al paciente, pondremos una serie de ejemplos que ilustran la dificultad:
Síntomas y signos para diferenciar la neumonía de la bronquitis
- Cuadros agudos graves como una gripe evolucionada con gran afectación, donde la gran producción de moco y congestión de las vías aéreas nos dificultan la auscultación, de modo que la congestión por moco puede ser tal que la gran cantidad de ruido de las vías de conducción nos impidan valorar el parénquima pulmonar.
- Bronquitis crónicas sobreinfectadas: En algunas ocasiones los pacientes que sufren de EPOC padecen con mayor frecuencia neumonías tras una gripe, y debido al daño previo y a la alteración del parénquima pulmonar puede ser difícil, sobre todo a los que no tienen elevada experiencia en su manejo, diferenciar entre una neumonía o un empeoramiento de su EPOC.
- Neumonías de afectación segmentaria: En estos cuadros es fácil no detectar el área de condensación pulmonar, pudiendo pasar desapercibida.
- Bronconeumonías: Los virus pueden infectar al pulmón dando lugar a cuadros de bronconeumonías, en estas situaciones vemos afectados tanto los bronquios como el parénquima pulmonar.
- Patologías pulmonares asociadas: Las atelectasias, bronquiectasias, FQ o anomalías congénitas, pueden dificultar mucho el diagnóstico diferencias.
Diferencia entre una bronquitis y una bronconeumonía
Si tras la exploración y la anamnesis no podemos definir entre una bronquitis o una neumonía, algo que sucede en muchos casos, se procederá a la realización de pruebas complementarias, la más costo-eficaz es la Rx de tórax.
Rx de tórax
Con la Rx de tórax podemos observar los efectos de la infección en el parénquima por medio de la opacificación o condenación de la placa de tórax, esta puede ser difusa, lobar, segmentaria, de modo que además, nos ayuda a cuantificar el alcance de la neumonía, y también es útil para diagnosticar las bronconeumonías donde se verán patrones de afectación bilateral, con afectación lobulillar; en este caso veremos una afectación de aspecto parcheado.
TAC: Tomografia Axial Computarizada
El TAC es la prueba ideal para el diagnóstico diferencial y para detectar las neumonías que se nos escapan, incluso las afectaciones pequeñas, pero debido a la radiación que emite y que no se dispone de ella en todos los centros, suele emplearse cuando la clínica y la placa de tórax no son concluyentes.
Por lo tanto, ante la duda se solicitará una Rx de tórax y/o TAC.
¿Puede una bronquitis evolucionar a neumonía y al contrario?
No. Lo más frecuente es que las bronquitis no evolucionen a neumonía ni al revés. Lo que puede suceder es que se padezca una bronconeumonía donde se verán ambas. En la mayoría de ocasiones son los virus los agentes causantes de las bronconeumonías.
También hay que tener en cuenta que en los cuadros de bronquitis crónica, cuya etiología es distinta a la de las bronquitis agudas, sí es fácil e incluso estos pacientes están más predispuestos al padecimiento de una neumonía, por tener alteraciones en los mecanismos defensivos del pulmón y sus vías de conducción. Este es el motivo de la prevención por medio de las vacunas, tanto la antigripal como antineumocócica.
Conclusiones
Con lo mencionado podemos hacernos una idea de las diferencias que existen entre una neumonía y una bronquitis aguda, y cómo podemos orientar el diagnóstico.
Ambas patologías son de origen infeccioso, pero está claro que lo más importante es acudir al especialista si queremos un diagnóstico lo más certero posible, ya que se requerirá como mínimo una placa de tórax para el diagnóstico junto con la clínica.
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