La vitamina D es más que una vitamina, es además, una hormona con múltiples funciones orgánicas y con efectos positivos innumerables.
Entre sus beneficios destacamos:
- El metabolismo del hueso.
- Su efecto inmunomodulador.
- Regulador de la inflamación y del estado de ánimo.
Se ha demostrado que la suplementación con vitamina D podría prevenir y combatir la infección por SARS Cov 2 reduciendo el riesgo de padecer formas graves de Covid19 (7).
Antes se pensaba que el déficit de vitamina D solo se daba en personas mayores, pero en la actualidad, se ha visto que ya se informa desde pediatría, de la aparición de carencias de esta vitamina en niños y adolescentes.
¿Qué es la vitamina D y por qué es tan importante?
La vitamina D es una vitamina liposoluble cuyo papel principal es la regulación del metabolismo del calcio-fósforo en nuestro cuerpo.
Las fuentes principales de vitamina D son las obtenidas por medio de la radiación ultravioleta, la dieta y los suplementos (1).
La fuente más importante es la obtenida por la piel gracias a la radiación solar, siendo capaz de cubrir el 90% de las necesidades diarias (1).
La producción de vitamina D está regulada por (2):
- La estación.
- La latitud.
- La hora del día.
- La pigmentación de la piel.
- La edad.
- Los protectores solares.
- Otros.
La forma activa de la vitamina D es la 1,25(OH)2D que no solo regula el metabolismo del calcio-fósforo, sino también su importancia radica en su implicación en diversas funciones capitales, entre ellas (2):
- Salud ósea.
- Homeostasis orgánica.
- Metabolismo celular.
- Modulación de la inmunidad.
- Protección cardiovascular.
- Correcta función del sistema musculoesquelético.
Todavía no se ha podido establecer la verdadera importancia de la vitamina D, para nuestro organismo, puesto que cada vez son más las implicaciones de la vitamina D en la correcta función de nuestros órganos y sistemas.

Tipos de vitamina D ¿cuál es la más indicada en casos de COVID-19 y como herramienta de prevención?
La vitamina D la podemos encontrar de dos formas D2 (ergocalciferol) y D3 (colecalciferol). Según algunos estudios, se considera que la mejor forma de vitamina D es la D3 puesto que eleva de forma más eficaz los niveles de 25(OH)D, pudiendo ser la opción potencialmente pretendida para la suplementación (3), aunque otros estudios sugieren que es la forma D2 la más potente y por tanto la más eficaz.
Tanto la D2 como la D3 terminan transformándose en el metabolito activo calcitriol, pero parece que pueden haber diferencias respecto a su eficacia, sugiriendo que existen diferentes afinidades por el receptor de vitamina D (VDR), creyéndose que la vitamina D 3 es el sustrato preferido para la 25-hidroxilasa hepática (4). Esta diferencia de afinidad por el receptor junto con la variabilidad en al 24-hidroxilación es lo que condiciona una mejor síntesis de calcitriol cuando la fuente es la vitamina D3 (4).
Además debemos añadir que, junto a la afinidad por el receptor, tenemos que tener en cuenta la absorción de la vitamina D.
Vitamina D y protección solar: vitamina D + K2
En las situaciones en las que los pacientes utilicen protección solar, la síntesis de vitamina D3 se ve comprometida, para ello los dermatólogos recomiendan la suplementación con vitamina D por vía oral, asociado a la vitamina K2 por su papel clave en el metabolismo de la vitamina D (5). Siendo crucial informar a los pacientes de la importancia del consumo conjunto de vitamina K2 y vitamina D.
Además de los diferentes tipos de vitamina D, nos encontramos con diferentes fórmulas farmacéuticas, cuyo principio se centra en incrementar la biodisponibilidad del principio activo.
Como ejemplo tenemos la vitamina D liposomal, lo bueno es que esta presentación reduce las alteraciones de la vitamina D y favorece su absorción. Dentro de las presentaciones liposomales existen múltiples opciones, por ello es importante dejarse asesorar por un especialista con el fin de poder obtener el mayor rendimiento cuando se adquiere un suplemento.
¿Qué relación existe entre la vitamina D y el COVID-19?
La pandemia COVID-19 ha obligado a buscar todo tipo de tratamientos con el fin de frenar la gravedad de la enfermedad, reducir la infección e incluso intentar erradicarla. Esto ha hecho que se reevaluaran y midieran diferentes variables entre enfermos y no enfermos y entre enfermos leves y graves.
Entre las variables significativas ha aparecido la vitamina D. Se ha visto que la vitamina D modula la respuesta inmune celular, regula la tormenta de citocinas, el evento fatal inducido por el SARS-CoV-2 (6).
Aunque los estudios todavía no pueden dar respuesta al verdadero efecto de la vitamina D contra la COVID-19, parece que algunos estudios muestran relaciones inversas entre niveles de 25(OH)D y riesgo de infección grave, que implican un posible efecto protector de la vitamina D frente a la infección por SARS CoV-2.
Por tanto, los efectos fisiológicos de la vitamina D podrían ser fundamentales para contrarrestar algunos de los principales efectos patológicos de la enfermedad producida por el COVID-19.
Entre los diferentes tipos de desequilibrios en los que puede intervenir esta super vitamina (vitamina D) se encuentran:
- Inmunológico: niveles séricos correctos de vitamina D podrían prevenir la tormenta de citoquinas inflamatorias. El receptor de vitamina D (VDR) se expresa en la mayoría de las células inmunitarias, incluidos los linfocitos B y T, monocitos, macrófagos y células dendríticas, y la señalización de la vitamina D y el VDR juntos tienen un efecto antiinflamatorio (7).
- Eje Renina-Angiotensina: implicado en los procesos protrombóticos e inflamatorios, se ha visto que niveles óptimos de Vitamina D inhiben el sistema renina-angiotensina-aldosterona, favoreciendo la protección de los vasos sanguíneos y contribuyendo la homeostasis del calcio.
- Cascada coagulatoria: en un metaanálisis se mostró cómo en los paciente suplementados con vitamina D disminuyeron significativamente los niveles de fibrinógeno sérico, muy implicado en las trombosis.
Bibliografía:
1- Aguilar Shea AL, Muñoz Moreno-Arrones O, Palacios Martínez D, Vaño-Galván S. Vitamina D para la práctica diaria [Vitamin D for daily practice]. Semergen. 2020 Sep;46(6):406-410. Spanish. doi: 10.1016/j.semerg.2020.02.008. Epub 2020 Mar 28. PMID: 32234285.
2-http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S0325-29572014000300006.
3- Tripkovic L, Lambert H, Hart K, Smith CP, Bucca G, Penson S, Chope G, Hyppönen E, Berry J, Vieth R, Lanham-New S. Comparison of vitamin D2 and vitamin D3 supplementation in raising serum 25-hydroxyvitamin D status: a systematic review and meta-analysis. Am J Clin Nutr. 2012 Jun;95(6):1357-64. doi: 10.3945/ajcn.111.031070. Epub 2012 May 2. PMID: 22552031; PMCID: PMC3349454.
4- Holmberg I, Berlin T, Ewerth S, Bjorkhem I. 25-Hydroxylase activity in subcellular fractions from human liver. Evidence for different rates of mitochondrial hydroxylation of vitamin D2 and D3. Scand J Clin Lab Invest 1986;46:785–90.
5- Abouodah H, Douglas LM, Ho BV, Bhattacharya R, Wolf E, Wang-Weinman T, Liu D, Aires D. Vitamin K2 Awareness in Sun-Protected Patients Supplementing With Vitamin D. J Drugs Dermatol. 2021 Feb 1;20(2):228-229. doi: 10.36849/JDD.5829. PMID: 33538554.
6- Khoo A.L., Chai L.Y., Koenen H.J. Regulation of cytokine responses by seasonality of vitamin D status in healthy individuals. Clin Exp Immunol. 2011;164(1):72–79.
7- Tarazona-Santabalbina FJ, Cuadra L, Cancio JM, Carbonell FR, Garrote JMP, Casas-Herrero Á, Martínez-Velilla N, Serra-Rexach JA, Formiga F. VitaminD supplementation for the prevention and treatment of COVID-19: a position statement from the Spanish Society of Geriatrics and Gerontology. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2021 May-Jun;56(3):177-182. doi: 10.1016/j.regg.2021.02.001. Epub 2021 Feb 8. PMID: 33642133; PMCID: PMC8055189.
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