Cuando hablamos de subir las defensas pensamos en nuestro sistema inmune (inmunidad innata y adquirida), fundamental para el reconocimiento de lo ajeno y su eliminación.
Pero debemos tener en cuenta que no es el único sistema ni es el más importante. Los elementos barrera como la mecánica (la piel) y químicas (las secreciones, ejemplo jugos gástricos), junto con los mecanismos complejos, son todos fundamentales para mantener el organismo a pleno rendimiento.
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Sistema inmune y COVID-19
El coronavirus es una infección que se propaga muy rápido entre la población. Además de las pautas básicas que recomienda el Gobierno con el objetivo de frenar la pandemia y reducir el número de personas infectadas, debemos ir más allá y aplicar recomendaciones adicionales para prevenir y mantener nuestro sistema inmune fuerte frente al COVID-19.
Recomendaciones para subir las defensas frente al Coronavirus
- Vitamina D: Es imprescindible para el buen funcionamiento del sistema inmunitario. Un déficit de vitamina D aumenta el riesgo de contraer enfermedades infecciosas respiratorias.
- Tabaco: El tabaco es totalmente incompatible con la salud respiratoria y aumenta en gran medida el riesgo de padecer enfermedades.
- Calidad del sueño: Es muy importante tener un descanso óptimo y con la menor alteración posible.
- Ejercicio físico: Una actitud sedentaria y la ausencia de la práctica deportiva y/o mantenerse activo, provoca un mayor riesgo de infección comparado con las personas que realizan deporte de manera habitual.
Cómo aumentar las defensas
Lo más importante, pero más difícil de asumir, radica en comprender e integrar que somos sistemas abiertos que se intercomunican con el exterior.
Por esta razón, los organismos vivos responden a los cambios externos a través del desarrollo de mecanismos que sirven para poder protegerse de los elementos devastadores del exterior.
Para subir las defensas no debemos centrarnos únicamente en la respuesta inmune, sino en la protección del entorno, espacio próximo, los elementos barrera, las secreciones orgánicas, peristalsis, moléculas…
Si quieres aumentar las defensas debes actuar siendo consciente del concepto “integrativo” del ser humano con el todo, entendiendo que no existen fórmulas mágicas que puedan paliar nuestra ignorancia, y por esto el conocimiento es el pilar fundamental.
Qué tomar para subir las defensas
No existe el producto ideal, sino el conocimiento y su aplicación. Del mismo modo que nuestro sistema inmune debe saber reconocer a un agente patógeno para poder actuar contra él.
Una vez entendido esto, sí podemos determinar multitud de remedios y complementos que son muy útiles para potenciar nuestro sistema inmune y luchar mejor contra la infección, favorecer la recuperación, reducir la inflamación…
La importancia del entorno para aumentar las defensas
¡Pensemos por un momento que…! Si tomáramos todo tipo de complementos nutricionales para potenciar el sistema inmune viviendo en un vertedero rodeados de todo tipo de desechos, de poco nos serviría esa suplementación si no eliminamos el foco de infección que es el vertedero.
¡Lógico…! Por ello es imprescindible que si buscas formas de subir las defensas lo primero que tienes que hacer es pensar y tener muy en cuenta el entorno. Es muy importante la PREVENCIÓN, porque una vez desarrollada la infección, potenciar la inmunidad será más complicado y en muchos casos habrá que recurrir a emplear antibióticos.
Esta introducción es la clave para entender que las medidas o recomendaciones que veremos posteriormente, no tienen ningún valor si previamente no tenemos una visión global del cuerpo humano, el área emocional y nuestro bioentorno.
Los 3 niveles o barreras para subir las defensas
Nuestro sistema defensivo se puede dividir en tres niveles o barreras:
- Barreras primarias: Constituidas por sistemas mecánicos como la piel, movimientos ciliares, la tos, el estornudo… y sistemas químicos como los jugos gástricos, orina, lágrimas…
- Barreras secundarias: Se hace mención al sistema inmune inespecífico o innato, responde ante las agresiones de forma poco específica, no tiene un tropismo concreto para cada agente infeccioso.
- Barreras terciaria: Inmunidad adquirida o específica, que es capaz de reconocer al agente causal de la infección, luchando contra él por medio de mediadores químicos y proteínas cuyo fin es la neutralización y eliminación del agente nosológico, y posteriormente, desarrollar memoria para que en la siguiente infección con el mismo agente, la respuesta inmune sea más temprana y eficaz.
Para subir las defensas debes actuar sobre estas tres barreras.
Cómo aumentar las defensas a través de las barreras primarias
La piel como barrera de defensa
Podemos considerarlas el primer nivel defensivo. Las barreras mecánicas como la piel, la cual debe estar hidratada, íntegra y cuidada, debiéndose tratar cualquier alteración o enfermedad de la piel, es decisivo para protegernos de un sin número de agentes que de otro modo podrían permear sin ninguna dificultad.
Las mucosas como barrera de defensa
Las secreciones son cruciales para la neutralización de los agentes patógenos, para ello las mucosas deben estar cuidadas por medio de:
- Hidratación: es necesario una ingesta de agua libre que oscila entre los 1,5 y 3 litros de agua. Esto es importante puesto que en el proceso digestivo se manejan grandes volúmenes de agua, además la orina debe estar diluida y sr abundante por ser muy importante el efecto arrastre para la eliminación de desechos y patógenos.
- Alimentación: Una dieta equilibrada ofrece los nutrientes y microelementos que intervienen en la producción de las secreciones orgánicas, además la alimentación debe ser frugal y ajustada a las necesidades de cada uno, introduciendo los ayunos con el fin de no sobrecargar al sistema digestivo, ya que puede agotar sus recursos y además terminar por dañar a la mucosa facilitando las colonizaciones de microorganismos.
- Mineralización: Mg, Ca, Cl, Na… son fundamentales para una correcta función de las glándulas y bombas orgánicas, además ser cruciales para la función del sistema tanto innato como adquirido.
Cómo aumentar las defensas a través de las barreras secundarias
En este nivel se hace referencia a los mecanismos defensivos innatos o inmunidad inespecífica.
Está constituida por células que reconocen patrones moleculares con baja especificidad, pero que responden de forma temprana, para que posteriormente sea el sistema específico el que actúe.
Para potenciar al sistema inmune inespecífico contamos con:
-
- Descanso; En la actualidad se le está dando mucha importancia a sueño reparador y los efectos de la falta de descanso en la función inmune, y que el organismo puede con el fin de mantener el estado de alerta recurrir a hormonas como el cortisol, adrenalina y otras moléculas que deprimen la función inmune.
- Estado de ánimo; El ejercicio físico, las técnicas de relajación como el yoga, entre otras actividades potencia de forma indirecta la inmunidad, al incrementar las capacidades defensivas del organismo… ¡La felicidad es salud y nos protege de la enfermedad!
Alimentos para subir las defensas:
- Un aporte adecuado de proteínas para la síntesis de moléculas defensivas.
- Alimentación rica en antioxidantes y vitaminas, puesto que actuarán como cofactores, sirviendo también para paliar los efectos adversos de la respuesta inmune.
- Elimina los tóxicos porque interfieren en la inmunidad retardando y bloqueando su función.
Cómo aumentar las defensas a través de las barreras terciarias
A este nivel hacemos referencia a los linfocitos B y T o inmunidad adquirida. Actúan contra los agentes de forma concreta, produciendo posteriormente memoria para que en los siguientes contactos el proceso sea menos agresivo y de menor duración.
¿Cómo potenciar la inmunidad adquirida?
Para aumentar la inmunidad adquirida se recomienda seguir las mismas recomendaciones dadas para la innata (excepto por la exposición a los agentes vivos o atenuados, ya sea de forma natural como artificial: vacunación, inmunoglobulinas…).
- Alimentación saludable.
- Eliminar el consumo de tóxicos.
- Practicar ejercicio físico.
- Llevar a cabo técnicas de relajación.
- Suplementación adecuada y necesaria en cada caso.
Con estas medidas podemos alcanzar el estado óptimo de nuestra inmunidad, sin obviar que los factores genéticos también juegan un papel fundamental.
Se recomienda consultar con un profesional para la realización de una planificación individualizada que cubra las necesidades particulares de cada persona.
Agua de mar: cómo contribuye a subir las defensas
Diferentes estudios han demostrado los efectos del agua de mar sobre la inmunidad:
- El agua de mar estimula las colonias de linfocitos aumentando su actividad, pudiendo potenciar la función inmune.
- El agua de mar favorece el aclaramiento mucociliar, de forma que ayuda a la eliminación de las secreciones pulmonares y reduce el riesgo de la colonización de estas por agentes patógenos que pueden terminar por desarrollar enfermedad.
- El agua de mar isotónica favorece la hidratación cutánea dándole mayor flexibilidad y resistencia.
- El agua de mar hidrata las mucosas y sirve para favorecer el arrastre de sustancias de desecho y citoquinas inflamatorias, reduciendo la inflamación.
- El agua de mar favorece el equilibrio electroquímico y la hidratación intersticial fundamental para el tráfico de las células del sistema inmune.
- En algún estudio se expone que el agua de mar puede favorecer el correcto funcionamiento de la microbiota intestinal, pudiendo intervenir positivamente en la permeabilidad selectiva de la mucosa digestiva.
Estos son algunos de los ejemplos en los que interviene el agua de mar, que junto con otras medidas, se puede emplear como complemento para subir las defensas, sobre todo en periodos donde las demandas de agua y minerales son más elevados, como es el caso de los periodos de calor o actividades que requieran de un alto consumo de energía, entre otras situaciones.
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