El intestino irritable es una alteración funcional del tubo digestivo que afecta en mayor medida al colon, de ahí que en muchas ocasiones se denomine colon irritable. Junto con la dispepsia, el intestino irritable forma parte de los motivos de consulta gastrointestinal más frecuente, pudiendo afectar cerca del 10% de la población. Ante un cuadro de colon o intestino irritable, ante todo, se debe descartar una alteración orgánica.
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¿Qué síntomas produce el colon irritable?
Los síntomas son inespecíficos, caracterizándose por la aparición de dolor recurrente en la región hipogástrica y que puede afectar a los flancos. Para considerar el padecimiento de síndrome de intestino irritable, al ser su diagnóstico clínico, se deben cumplir unos criterios clínicos:
- El dolor abdominal debe ser un dolor recurrente, que se dé al menos un día a la semana, en los últimos tres meses antes desde la consulta y que se ha mantenido al menos durante 6 meses.
Asociando además dos o más de los siguientes síntomas:
- Dolor abdominal, en la mayoría de las ocasiones en la región del hipogastrio, que muestra una íntima relación con la defecación. Por medio de la defecación o expulsión de los gases el dolor se resuelve. Estos episodios suelen respetar el sueño.
- Las características de las deposiciones son cambiantes.
- La frecuencia de las deposiciones también cambian a lo largo de las semana.
Fuera de los criterios diagnósticos, el SII puede cursar con una multitud de síntomas digestivos, por lo que es importante descartar cualquier patología orgánica. Podemos encontrar tenesmo, cuadro de dispepsia, malestar articular y/o muscular, cefalea, muchos de ellos derivados de la sensibilidad del sistema nervioso mientérico y como consecuencia de los cuadros diarreicos o el estreñimiento prolongado.
Conoce los signos de alarma
Existe una serie de signos que nos tienen que hacer sospechar que la patología a la que nos enfrentamos es de naturaleza orgánica. Estos son los principales:
- Cuando los cambios se dan en paciente mayor de 50 años apareciendo de forma súbita, es importante descartar patologías orgánicas graves.
- Cuando los síntomas persisten durante la noche.
- La aparición de fiebre nos puede estar indicando infección o patología digestiva grave.
- La aparición de una diarrea muy abundante, de muy mal control.
- Pérdida ponderal no intencionada.
- La sangre en las heces nos obliga a descartar neo de colon, entre otros procesos.
- La anemia de origen incierto y sobre todo refractaria.
- Cuando los dolores son muy intensos, se debe descartar procesos infecciosos, torsiones, perforaciones…
- En el caso de historia familiar de cáncer de colon o enfermedad inflamatoria intestinal.
Tipos de intestino irritable (SII)
Según las características de las deposiciones, el síndrome de intestino irritable se puede subdividir en 5 subtipos:
- SII-D; SII con predominio de la diarrea.
- SII-E; SI en el que el predominio es el estreñimiento, mostrándose diferentes grados del mismo.
- SII-M; SII mixto, en este caso en el mismo día o periodo pueden aparecer tanto el estreñimiento como la diarrea.
- SII-A; este SII de hábito alternante, se caracteriza por alternar periodos en los predomina el estreñimiento y periodos en los que predomina la diarrea, decir que esta situación está muy sujeta a las condiciones ambientales.
- SII-I; es un SII que no se ha clasificado, este puede aparecer en los inicios del cuadro, cuando el paciente no es capaz de determinar que predominan o si existen alteraciones evidentes en las deposiciones, puesto que en algunas ocasiones el padecimiento puede cursar con las molestias y tras la evacuación de los gases resolverse el cuadro sin poder objetivar una alteración clara en las deposiciones.
Cuáles son las causas del colon irritable o SII
Las causas del colon irritable o SII son desconocidas. Existen evidencias que apuntan a factores ambientales y ciertas susceptibilidades individuales que pueden justificar los cuadros. Cuadros de estrés, tras infecciones gastrointestinales, posibles intolerancias alimentarias, así como las alteraciones de la motilidad intestinal, pueden estar implicadas en la aparición del colon irritable. La dificultad está en que tanto las analítica como las pruebas complementarias son negativas, de forma que no se puede valorar el tipo de lesión y por consiguiente su origen.
Tratamiento del colon irritable o SII
El tratamiento del colon irritable se centra en la reducción de los síntomas, de forma que se tratará tras la clasificación del subtipo, ya que la orientación del tratamiento no es el mismo en el SII-estreñimiento que con un SII-diarrea. Las medidas específicas se centran en la regulación del volumen de las heces, por medio de la adición en la dieta de fibra soluble, incremento de la ingesta de agua. Para la irritación de la mucosa intestinal se recomienda:
- Reducir la ingesta de fibra insoluble
- Controlar el consumo de productos muy ácidos como los cítricos y grasas
- Evitar el consumo de tóxicos
- Eliminar el alcohol, café y té
- Evitar las comidas copiosas, comer a deshora…
Para reducir los episodios se puede realizar una dieta de restricción de alimentos para poder seleccionar cuales de ellos hacen más susceptible a la mucosa intestinal. En el caso de estar diagnosticado de colon irritable o SII, es importante acudir a un profesional que tenga conocimientos de esta enfermedad. Al ser cuadros complejos y de clínica variable es difícil hacer una valoración global, de forma que el tratamiento debe ser individualizado.
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