Las coenzimas son moléculas orgánicas fundamentales para la función de un enzima. Las coenzimas hacen referencia a algunos de los cofactores orgánicos.
Las enzimas tienen una función catalizadora de los procesos metabólicos, algunas enzimas solo requieren de su estructura para tener capacidad catalítica, pero en la mayoría de los casos es requerido un cofactor para que se dé la reacción.
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Estructura enzimática
Las enzimas son biocatalizadores, cuya función es la de acelerar las reacciones químicas, son proteínas globulares solubles en agua (excepto las ribosas). Las podemos clasificar en dos tipos según su composición:
- Enzimas: compuestas por cadenas de aminoácidos no requieren de cofactores.
- Holoenzimas: enzimas que requieren de un cofactor, a la parte proteica se la denomina apoenzima.
El cofactor es un componente no proteico que complementa a un enzima, para que pueda llevar a cabo su función.
Clasificación
Los cofactores se pueden clasificar en:
Cofactor | Molécula inorgánica | Iones metálicos | |
Molécula orgánica | En. covalente | Grupo protético | |
En. no covalente | Coenzima |
Estos son algunos de los cofactores inorgánicos que complementan al enzima son:
Mn2+ | Reductasas, arginasas. |
Mg2+ | Hexoquinasa, glucosa-6-fosfatasa, piruvato quinasa. |
Fe2+ o Fe3+ | Catalasas, citocromo oxidasa, quinasas, peroxidasas |
Cu2+ | Citocromo oxidasa |
Zn2+ | Anhidrasa, deshidrogenasas, peptidasas. |
Se | Glutatión peroxidasa |
Mo | Dinitrogenasas |
Ni2+ | ureasas |
La coenzima es un factor enzimático orgánico, en el que se suele contemplar tanto la coenzima como a los grupos protéticos como semejantes ya que la diferencia radica fundamentalmente en el tipo de unión. Si estas son más o menos fuertes, el problema es determinar cuan de fuerte o débil es la unión.
Además, los cofactores pueden formar parte de una proteína sin función enzimática.
Las principales coenzimas contienen en su estructura algún tipo de vitamina.
La coenzima, fundamentalmente, actúa transportando algún tipo de grupo funcional.
Aquí mostramos algunas de las coenzimas que requieren vitaminas:
Coenzima A | Vitamina B5 o ácido pantoténico |
Ácido tetrahidrofólico | Vitamina B12 o ácido fólico |
NAD y NADP | Vitamina B3 o niacina |
Filoquinona | Vitamina K |
Ascorbato | Vitamina C |
FMN y FAD | Vitamina B2 o riboflavina |
Las enzimas como pilares de la vida
Muchas de la reacciones del metabolismo requieren de procesos de transformación de la materia. No obstante, si dejáramos a albur de las circunstancias que se dieran las reacciones, estas podrían retardar las reacciones, hasta el punto que harían falta muchos milenios para obtener compuestos orgánicos complejos. De este modo, sin estas reacciones catalizadas por las enzimas, es probable que la vida siguiera en sistemas moleculares tan simples que no serían ni vida.
Además, ya en tiempos prebióticos algunos metales pudieron actuar de catalizadores antes del desarrollo enzimático. De este modo, la vida podría haberse asociado a las circunstancias primigenias y los grupos prostéticos quizás actuaron en una primera instancia sin enzimas o con moléculas simples.
Los organismos conforme han ido evolucionando y adaptándose al medio han perfeccionado los complejos moleculares hasta desarrollarse los enzimas como hoy día los conocemos, de forma que se ha incrementado su eficiencia y también su complejidad.
Terapia Marina y cofactores inorgánicos
La Terapia Marina es una pequeña porción del acuario marino en el que desarrolló la vida. La cantidad de sales que en ella se encontraba en los orígenes, en ese caldo primigenio, era de alrededor del 7-9% de sales muy similar a las concentraciones salinas de nuestro plasma.
Además de la concentración de sales también se mantienen estables las proporciones minerales. La importancia de estas concentraciones en la actualidad es debida a una sociedad más longeva que va superando las enfermedades de naturaleza aguda; infecciosas, inflamatorias, traumáticas.
Y entrando en un período de enfermedades crónicas en muchos casos por la cronificación de las enfermedades agudas, por enfermedades carenciales y asociadas a la propia senectud.
Por lo que debemos concienciarnos de cubrir las necesidades de nuestro organismo, como un todo indivisible. Actuando sobre el sistema, de forma que, las intenciones se proyecten hacia el equilibrio orgánico, la homeostasia multisistémica en la que cohabita nuestro organismo.
Ya que los excesos de parte, condicionan y producen defectos en la contraparte que al querer corregirse determinarán nuevos desequilibrios en una entramada red relacional.
Una visión más global
En la sociedad actual nos dedicamos a pormenorizar y reducir a microsistemas las funciones orgánicas y es del todo correcto, tanto en cuanto, entendamos que un déficit como se da en una diabetes de tipo 1, en la que hay ausencia de producción de insulina, se administra el fármaco pertinente y la diabetes se controla.
Hasta aquí bien, pero sin entrar en la etiología de la enfermedad debemos pensar en una vez corregido la deficiencia puntual, debemos añadir al tratamiento un reequilibrio del terreno para maximizar las funciones orgánicas.
Pero, ¿Qué sucede en el caso de una diabetes tipo 2? Esta es una patología de naturaleza multifactorial en la que existen genes de predisposición, pero que además, se deben alterar factores ambientales.
Este es un claro ejemplo en el que es el conjunto el que produce lesión de la parte, por predisposición, produciendo una patología sobre unas determinadas células del páncreas.
Entre opciones sumatorias, la Terapia Marina pretende la reposición equilibrada de los elementos necesarios para un correcto funcionamiento celular, demostrándose resultados significativos en el tratamiento de ratones ob/ob sobre la lipemia, glucosa en sangre, etc.
Lo importante no es solo lo que en parte se ve con la aplicación de la Terapia Marina, sino también, el concepto inductivo desde las partes. El agua de mar provee y la célula dispone, esta comunión determina que la base de sus efectos es sobre el terreno biológico, sobre los pilares del equilibrio celular.
El agua y el aire dos fluidos que nos nutren
En este apartado, solo decir, que nos sucede lo mismo con la atmósfera en la que nos desenvolvemos, la presión parcial de oxígeno sobre el nivel del mar nos da la vida y nos mantenemos en equilibrio con ella, pero si nos separamos del mar, verticalmente unos kilómetros, disminuirá la presión parcial de O2, ponemos en jaque a nuestros sistemas. Pero de la misma forma si se incrementa la concentración de oxígeno que inspiramos, con el uso crónico, el exceso oxidativo lesionará nuestros pulmones produciendo enfermedad.
Por lo que nos sería más apropiado la búsqueda del equilibrio, la proporcionalidad y mantener el medio primigenio.
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